sábado, 21 de agosto de 2010

Me miraste y me hiciste sentir especial. Te sonreí. Hiciste ver que eras tímido.

Te sentaste y me ignoraste. Me senté a tu lado y saqué una camara. Me agarraste el hombro, te acercaste a mi cara. Apreté el botón para capturar la instantánea.

Te desvaneciste y ya era de día.

viernes, 13 de agosto de 2010

Parecía normal. Pero al oír su voz me enamoré. Recordé un sueño en el que me llevaban en brazos, un sueño en el que me perdía en una piscina. Y empecé a imaginar mi vida perfecta, nuestra vida perfecta.

-No lo volverás a ver.

Iba rápido, veloz, no le oía la voz. Ya no parecía normal, era especial. Le habían dado ese don que hace que te vuelvas loca. -¡Mira!-. Y el se fija en ti, y sientes vergüenza, y te quieres morir. Pero sonríes. Es la segunda vez que hoy desafías las leyes de la casualidad.


sábado, 7 de agosto de 2010

Al ver tu cicatriz un escalofío recorrió mi cuerpo. No era la primera cicatriz de ese tamaño que veía, pero supongo que la historia que me resumiste en medio minuto me impactó.

Guardo todos esos detalles en mi bolsillo. El chico que va de blanco, el chico con la camisa de rayas. La chica que llora mientras aguanta el volante.

Espero a que me llegue una señal. Pero no llega, o quizá sí. Pero tampoco las sé interpretar.