sábado, 29 de noviembre de 2014

Este tic-tac a punto de estallar. Los moños que ya no tienen sentido. La barba que nunca fue, que allí está. El hastío tardío.  Tu sonrisa al amanecer. Tu fuerte respirar. Mírame a los ojos y dime que no existe otra cosa. 

Que solo existimos los dos. Los dos y tu clavícula. Y tu sonrisa, y tu forma de decirme que ya esta. Y los pensamientos que nunca has visto. 

STOP. Invítame a otra copa que no puedo más. Dime que todo lo que me dijiste era mentira, que nada existe si yo no estoy. Miénteme.  

Tenemos que jugar a que esto no es un juego. Tenemos que jugar a que no me canso, a que siempre existo. Allí, para ti. 

Miénteme. Dime que soy lo que eras. Que eras lo que soy. Que somos lo mismo, aunque en el fondo seamos distintos. 

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viernes, 17 de octubre de 2014

Ese punto en el que ya no dolía. La caída del muro blanco. A white wall. Todo ese rollo del Didn't I my dear. Tu espalda en la calle escondida detrás de una camisa de leñador. Escondida detrás del odio y la pasión. Del te quiero comer. Del te quiero que si que dije. Del ya pasará en tus ojos. Del se acabó jugar. 


domingo, 14 de septiembre de 2014

Ese olor obsesivo. Que te pertenece, que me hace sonrojar al pasar. Esas miradas encontradas entre esos besos perdidos. Mi punto clave. Tu punto habitual. Las palomitas un domingo a la tarde. 

Palabras entrecortadas que han desaparecido. Palabras encontradas que no desprenden seguridad. Palabras que pierden el sentido por la hora en la que son pronunciadas. 

Los amaneceres, las caricias. Los atarcederes, las copas. Tu siendo transparente y yo opaca. 

Se acerca el invierno. se acaba el verano

viernes, 29 de agosto de 2014

La noche en la que tus palabras sonaban en mi cabeza mientras sus manos rozaban mi piel. Ese sentimiento de culpa mezclado con gotas de vino, con aroma afrutado, con el viento rozando las sábanas. 

El tiempo. Que todo lo cura. La cama que todo lo abraza. Tu espalda que todo lo quiere. Sus manos, en mi clavícula. Ese olor obsesivo en todas las esquinas. Esa matrícula perdida que ahora ya tiene color: ya tiene letras, ya tiene números. 

El tedio. El hastío. Todo aquello que has tenido y ha sido fugaz. Y se ha quedado. Todo lo que no nos atrevimos a respirar, a inhalar. Esos cigarros liados de después de las confesiones, que saben a ti. Un beso esquivado. Una copa en mi mano, en el suelo, en tu pie. El miedo a perderte, el miedo a perderme, el miedo a no saber como volver. El daño. La ilusión. Otra vez el daño. La luz. 


lunes, 21 de abril de 2014

La magia de las fechas de caducidad. De que falten ocho horas para que termine el delirio. Ocho horas para dejar de esperar una respuesta. Para decir Adiós. 

Es al estilo it ends tonight. Una fuerza extraña que no sirve para nada. Un muro blanco en mi cabeza, una linea negra en mi corazón. Hastío. ¿Qué pasará luego? ¿A caso no dolerá? Dolerá más Dolerá exactamente lo mismo pero ya no habrá excusas para que duela. No quedará el y si.. No quedarán las miradas perdidas, los ojos guiñados, las lágrimas hechas trizas. 

Nadie descolgará a las cuatro de la mañana buscando complicidad, buscando calor, buscando las noches perdidas de verano que en realidad ni existieron. Nunca tuvo tanto sentido eso de nunca hice realidad. 

viernes, 28 de marzo de 2014

Tu recuerdo ya no duele (sólo piensa).  
Tu sonrisa ya no mata, ya no es dulce. Mi mirada ya es distinta, no te ama. 

domingo, 23 de marzo de 2014

Me mirabas y yo me perdia. 
Soñaba con tus manos. 
Me abrazabas y me despertaba. Te veía venir. Te soñaba viniendo. Abria los ojos y no estabas (seguías allí).


Al cerrar los ojos te pensaba, pensaba tu piel. Pensaba en el tacto de tu columna cuando te respiro. Como te rasgaba haciéndote imperfecto, real. soft