lunes, 21 de abril de 2014

La magia de las fechas de caducidad. De que falten ocho horas para que termine el delirio. Ocho horas para dejar de esperar una respuesta. Para decir Adiós. 

Es al estilo it ends tonight. Una fuerza extraña que no sirve para nada. Un muro blanco en mi cabeza, una linea negra en mi corazón. Hastío. ¿Qué pasará luego? ¿A caso no dolerá? Dolerá más Dolerá exactamente lo mismo pero ya no habrá excusas para que duela. No quedará el y si.. No quedarán las miradas perdidas, los ojos guiñados, las lágrimas hechas trizas. 

Nadie descolgará a las cuatro de la mañana buscando complicidad, buscando calor, buscando las noches perdidas de verano que en realidad ni existieron. Nunca tuvo tanto sentido eso de nunca hice realidad.