Me decías que nada importaba, que todo daba igual. Y yo sabía la importancia de eso, la importancia de todo eso que no me decías pero las palabras susurraban.
Venía el agua, y las miradas, y tu cara cambiaba, ya no eras el mismo. Te habían cambiado. Y alguien miraba por la ventana, que seguía abierta.
Y de golpe venia alguien, y te decía que te esperaba un futuro mejor.
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