y nunca hice realidad.

Que me haces sentir viva a la vez que enferma. Que nunca te olvidé aunque sólo te recordara embriagada de vino blanco, aunque sólo te recordara mirando la pared de un baño a las cinco de la mañana. 

Que es inquietante a la vez que excitante como activas mi sistema nervioso autónomo: como aceleras mi respiración; como me haces subir la presión; como me sonrojas. Que me cuesta deshacerme de ti tu pensamiento, de tu imagen que ahora es totalmente inventada. De todo aquello que podríamos haber sido pero no fuimos por el miedo a perder. Por tu miedo a perder.  

Eres todo eso que me desestabiliza sin motivo aparente. La sonrisa perdida en medio de una múltitud, el beso que me costó tres cientos días conseguir. Supongo que eres la caricia que me hace sentir bien  viva.