lunes, 3 de mayo de 2010

fruto de nuestros cuerpos.

Estábamos en una piscina, lo recuerdo como si hubiera sucedido ayer mismo. No nos conocíamos, incluso en nuestra mirada había odio. Pero te acercabas, como retándome y me besabas. Estábamos en una fiesta, tu ibas en un traje de color crudo y yo en un vestido de lino.

Sin saber como perdíamos la ropa por ese extraño sitio, la dejábamos como si fueran flores, como si fuera lo normal que estuviera allí. Y había una piscina, donde nos perdimos sin ropa. Donde si no nos ahogo el agua, nos ahoguemos por falta de tiempo. Nos ahoguemos porque nuestro libido podía con nosotros, las ansias. Nos ahoguemos por querer más. Me ahogué por agarrarme demasiado fuerte a su espalda.

Y pasaba el tiempo, y tu pelo seguía rubio, agarrado en medio de la cabeza, tipo samurai pero en bonito. Y algo crecía en mi interior, algo que no era solo mio, algo fruto del agua. Pero sobretodo fruto de nuestros cuerpos, de nuestros fluidos, de nuestro amor.

Y estábamos en la hierba, tirados, y no pasaba nada. Tan solo pasaba el tiempo y aumentaban mis ganas de vivir. Solo con mirarnos podíamos respirar, aunque a esas alturas, ya no nos quedaban ni pulmones.

2 comentarios: